Hoy os traigo el recuerdo de una jornada de competición, en aguas de A Coruña, de un día en el que estábamos de regata y nos cayó una tromba de agua que obligó a suspender momentáneamente la prueba.
Llevábamos a bordo de la neumática de apoyo a las novias de algunos de los tripulantes de nuestro barco...
Y estos son algunos momentos...
Que quede claro que, a pesar de conocer la superstición de que no se pueden subir paragüas a bordo, aquel día fue impensable salir al campo de regatas sin esa protección. Al final lo agradecimos...
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